Siéntate cariño, que voy a contarte una historia; abre el corazón, extiende tu mano,
toma entre tus dedos mis sentimientos y acoje en tu pecho mis sentidos despiertos...
Una mañana te oí, pero no necesite buscarte,
mis oídos te habían reconocido...
porque se estremeció mi alma con el sonido.
En un atardecer te vi, pero no necesite mirarte,
con el sol que se apagaba sobre tu sonrisa...
porque te fuiste metiendo entre mis pupilas [como la canción].
Una noche escondidos entre la multitud te acaricié,
pero no necesite tocarte...
porque ya tenia en mis células grabadas tus caricias
que reconocen a tu cercanía.
Bajo una luna de primavera en una plaza cercana,
reconocí tu aroma, pero no necesite buscarte,
porque ya estaba tu frescura impresa en los poros de mi cuerpo...
en las palmas de mis manos.
Pero nada se compara Amor... con aquella madrugada que te probé,
aliento calientes que apasionan los labios de ésta mujer...
y fue aquí el momento en que reconocí que te necesité.
Si con tus manos me hiciste vibrar...
Si con tu mirar me hiciste soñar...
Si con tu aroma me despierto...
Si al probar tu sabor me embriago...
Como no vas a reinar en mis oídos
que solo escuchan tu vos...?
Como no luchar en ésta guerra de la distancia...?
Como no hacerle frente al mi enemigo impaciencia,
que aprovecha cada instante en que baja mi guardia...?
Como no luchar y enfrentar...? Si se que al final de mi batalla
tú me esperas en la frontera...entre la dicha divina y la vida eterna...
Y como cada narración llega a su fin...esta comienza a buscar su punto final,
pero yo escribiré amor...la historia de nuestras almas, y contaré a tus oídos al acariciar tus cabellos en cada amanecer y en cada madrugada que me enamoré de ti... de la miel de tus labios...del fuego de tus manos... del calor de tu mirada... de la esencia de tu piel...
Es por eso cariño... que ahora guarda éstas páginas dobladas en tu bolsillo;
Abrocha bien tu abrigo, que ya cayo la noche;
Sigue tu camino bajo esta lluvia sobre la tierra mojada...
que yo estaré esperando en alguna esquina cualquiera,
con el corazón abierto y un pacto de amor eterno en mis manos,
como un regalo... a mi amor distanciado...
